La proteína micótica más conocida es probablemente Quorn, un sustituto de la carne que se acerca rápidamente a su 40 cumpleaños. Pero la startup de biotecnología finlandesa Enifer está cocinando algo aún más antiguo: Su proteína a base de hongo de células individuales, de marca Pekilo, fue desarrollada originalmente en las décadas de 1960 y 1970, por, de todas las cosas, la industria local del papel.
El enfoque en ese entonces no era producir una proteína alternativa para el consumo humano, como pretende la startup, aunque el producto original de Pekilo se vendía para alimentación animal. En cambio, según el CEO y co-fundador de Enifer, Simo Ellilä, los ingenieros de la industria del papel estaban tratando de encontrar una solución a la contaminación causada por las fábricas que vertían desechos de producción ("circuitos secundarios") en los cuerpos de agua locales.